4 Grandes lecciones de Facebook y Google para PYMES
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Cuando pensamos en 2 empresas referentes del mundo de Internet es muy probable que rápidamente nos vengan a la cabeza dos marcas: Google y Facebook. Ese es un ejemplo de percepción de marcas
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¿Sabe qué es la percepción? Cuando pensamos en 2 empresas referentes del mundo de Internet es muy probable que rápidamente nos vengan a la cabeza dos marcas: Google y Facebook. Ese es un ejemplo de percepción de marcas. Esta nota trata sobre las similitudes de ambas empresas y como aprovecharlas.
1. Han creado su océano azul: ¿Qué es un océano azul? es un modelo de negocio basado en crear su propio mercado y ambas han escogido un modelo de mercado ya existente, como era el de los buscadores y el de las redes sociales y lo han reinventado. ¿Cómo puedes aplicarlo a tu empresa? No siempre es cuestión de inventar algo, sino de brindar algo de una manera diferente y mejor. Lo que puedes hacer es analizar tu mercado en profundidad para saber cuáles son sus necesidades insatisfechas y/o cuales son los defectos de los servicios actuales. 2. Buscaron clientes antes que rentabilidad: Tanto Google como Facebook, se lanzaron al mercado sin buscar rentabilidad en el corto plazo. Su objetivo principal era conseguir el máximo de usuarios posibles para después poder rentabilizar el negocio y la inversión. La estructura del negocio, se basa en ecnomías de escala y son conscientes que para poder rentabilizarlo necesitaban primero que millones de usuarios lo utilicen diariamente porque cuando te acostumbras a utilizar una cosa, producto o servicio, si te funciona bien, no solo lo compartirás sino que además estarás dispuesto a pagar por otros servicios que te ofrezcan porque sabes que te funcionarán bien. ¿Cómo puedes aplicarlo a tu empresa? Copia el esquema de trabajo, haz llegar tu empresa a millones de personas interesados en tus mismas intenciones antes de rentabilizarlo o potenciarlo ferozmente en el área comercial. Trabaja y desarrolla proyectos, productos y servicios pensados en la en una rentabilidad a futuro. Recuerda que para muchas pequeñas empresas con grandes productos necesitan que sus clientes potenciales prueben sus productos. 3. Su crecimiento está basado en la experiencia del usuario: Tanto Facebook como Google han analizado cómo buscamos, qué buscamos, cómo nos comunicamos, cómo hablamos, como nos interrelacionamos con otras personas, con empresas, etc.
Su esquema fue sacado del mismo modelo de relaciones de la comunidad, simples aspectos que hacemos de forma inconsciente en nuestra vida real. Tanto han sabido entender a los usuarios que han convertido a sus productos en una extensión de nuestra vida en el mundo on line.
Y algo muy importante es que no han creado ninguna necesidad, sino que han descubierto las necesidades y añadido a sus productos para que nos sean más útiles, prácticos, fáciles de usar, intuitivos, ágiles, etc. ¿Cómo puedes aplicarlo a tu empresa? Analiza a tus clientes y a tus clientes potenciales, quienes son, que hacen, que les gusta, donde van, donde están, es decir SABER QUE QUIEREN
Cuanto más conozcas a tus clientes y a tu público potencial más fácil será que tus productos y servicios cumplan con sus necesidades y, por lo tanto, se vuelvan imprescindibles en su vida. Para conocer a tus clientes empieza estudiando la base de datos actual. 4. Han aprendido de sus errores Tanto Google como Facebook son empresas con una mentalidad muy abierta donde el error forma parte del aprendizaje. Algunos ejemplos serían por ejemplo: Google Wave o Google Buzz (dos redes sociales de Google) Facebook Places o Facebook Mail.
Sin embargo tanto Google como Facebook han sabido analizar la base de sus errores y fracasos para aprender de ellos y corregirlos. ¿Cómo puedes aplicarlo a tu empresa? En ocasiones es necesario dar un paso hacia atrás para poder dar tres pasos hacia delante. Por lo que cuando un área de tu empresa, un producto, un servicio, etc. no esté funcionando correctamente, no tengas miedo de dar un paso atrás, analizar y saber cuáles han sido los posibles errores con la mayor autocrítica posible.
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